El otoño es una época ideal para disfrutar de una gran variedad de verduras y hortalizas. Con un poco de imaginación, ingredientes como las setas y champiñones, la calabaza, los espárragos, los puerros o las alcachofas, pueden servirnos para crear deliciosos platos. A modo de ejemplo, hoy te traemos un plato creado con dos productos muy típicos de los meses otoñales: las alcachofas y las setas. ¿Te atreves a preparar en casa esta lasaña de otoño?
Esta receta es ideal para los amantes de las setas, ya que la bechamel puede prepararse con una gran variedad de hongos y, de hecho, cuantos más tipos diferentes incluyamos, mejor sabor conseguiremos. Las alcachofas combinan a la perfección con todo tipo de setas y, al no llevar carne, estaremos ante una versión mucho más suave de lasaña, perfecta para lograr que los peques de la casa incluyan estos productos repletos de nutrientes –y sabor- en su dieta. ¡Se chuparán los dedos!
– Salteamos las setas junto con el ajo y la sal.
– Disolvemos la harina en un poco de leche.
– Cuando el ajo esté dorado, bajamos el fuego al mínimo, añadimos la mantequilla y la leche, y cuando reduzca un poco, vertemos el resto de ingredientes en la sartén y removemos hasta que espesen.
– Trituramos todo y añadimos una pizca de pimienta.
– Ponemos en remojo las láminas de lasaña. Si quieres ahorrarte este paso, puedes usar las placas para lasaña “directas al horno” de Gallo.
– Sofreímos los puerros, la cebolla y las alcachofas.
– Cuando estén, pasamos la mezcla por la picadora, con cuidado de no triturar demasiado.
– Volvemos a poner la mezcla en la sartén
– Ponemos un poco de bechamel en el fondo del recipiente para la lasaña.
– Montamos una capa de láminas de lasaña, una capa fina de bechamel, una capa de relleno… y así hasta la última capa, que cubrimos con abundante salsa bechamel, queso rallado y unas virutas de mantequilla.
Además de ser un plato irresistible, la lasaña de alcachofas con bechamel de setas es un plato de lo más rico desde el punto de vista nutricional. La alcachofa es un alimento muy poco calórico (solo 44 calorías por cada 100 gramos), por lo que es ideal para quienes no quieren renunciar al placer de comer una deliciosa lasaña de un modo saludable. En cuanto a los nutrientes de las alcachofas, destacan las proteínas, la fibra, el fósforo, el potasio… Después del agua, el componente mayoritario de las alcachofas son los hidratos de carbono, entre los que destacan la inulina y la fibra. Por su parte, las setas son también un alimento hipocalórico, pero repleto de minerales como el fósforo y el potasio, hierro, cobre, zinc, hidratos de carbono, proteínas y vitaminas del grupo B (B1, B2, B6).
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