Cereales integrales, frutas, verduras, legumbres, hortalizas o frutos secos son algunos de los alimentos de la cesta de la compra con mayores niveles de fibra, un nutriente indispensable para llevar a cabo una vida saludable. Quizás pienses que estás consumiendo una cantidad de fibra adecuada, pero tu cuerpo puede estar mandándote señales que indican lo contrario. Presta atención a estas 4 señales de que necesitas introducir más fibra en tu dieta.

Tu estómago se hincha con frecuencia

No comer la cantidad de fibra suficiente puede hacer que tu estómago se inflame. Esta molestia tan incómoda ocurre porque los alimentos quedan atrapados en el tracto digestivo. La fibra es indispensable para que tu intestino recupere su actividad natural.

Sientes sueño o cansancio después de las comidas

¿Cualquier alimento que comes te produce sueño? Si después de comer o cenar te adormeces, puede ser un síntoma claro de deficiencia de fibra. Y es que la fibra es esencial para estabilizar los niveles de azúcar en la sangre. Si tus comidas son deficientes en este nutriente, es probable que tus niveles de azúcar desciendan y te sientas más cansado.

Sufres estreñimiento

 El estreñimiento es el síntoma estrella que nos habla de una falta de fibra en la dieta.Por fortuna, esta problemática tiene una solución simple: ¡a por más frutas, verduras y cereales integrales!

Sientes hambre poco tiempo después de comer

 Otra señal inequívoca de que tu cuerpo necesita más fibra. Consumir alimentos ricos en fibra produce una mayor saciedad. Si sientes que tienes hambre a todas horas y no remite después de haber comido, es hora de revisar tu dieta para introducir más fibra en ella.

¿Qué hace la fibra en nuestro organismo?

  • La fibra equilibra nuestra flora intestinal pasando intacta al intestino grueso, donde nutre a las bacterias beneficiosas de nuestro organismo.
  • La fibra es útil para tratar el sobrepeso, ya que, como hemos comentado antes, los alimentos ricos en fibra producen mayor saciedad.
  • Ayuda a mantener nuestro corazón sano.
  • Ayuda a mantener estables los niveles de azúcar en sangre, muy importante en la prevención de la diabetes.
  • Previene el estreñimiento y enfermedades relacionadas, como el cáncer de colon.

Cómo elevar el consumo de fibra

Si detectas que tu ingesta diaria de fibra no está entre los niveles adecuados de fibra, deberás llevar a cabo algunos cambios en tu dieta:

  • Basar el desayuno en cereales con alto contenido en fibra.
  • Optar por los granos enteros, en lugar de los refinados, al menos, en la mitad de nuestro consumo total: pasta integral, arroz integral, pan integral o de centeno…
  • Seguir la dieta mediterránea.
  • Añadir salvado a hamburguesas u otros preparados de carne, además de a horneados, como galletas o bizcochos.
  • Elegir harinas integrales o de espelta para hacer panes o bizcochos.
  • Aumentar el consumo de legumbres. Si no te gusta mucho comer este alimento, prueba con las pastas 100% de legumbres de Gallo. Disfrutarás del sabor de un rico plato de pasta y los beneficios nutricionales de las legumbres.
  • Comer frutas enteras, en lugar de en zumos o licuados.

Como ves, la fibra es un nutriente indispensable para gozar de un buen estado de salud. Recuerda que, para mejorar su efecto, lo ideal es que su consumo vaya acompañado de una buena ingesta de agua y la práctica regular de ejercicio físico.

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