Año nuevo, vida nueva. Haz que todos aquellos propósitos que hiciste no caigan en el olvido esta vez. ¿Te animas a iniciar una rutina de alimentación saludable? Para ello, nuestro consejo es centrarnos en pequeños cambios con los que construir nuevos hábitos de vida que permanezcan en el tiempo y te hagan sentir bien. Empecemos por cosas sencillas. ¿Tienes claro cómo preparar un buen plato de comida saludable? Presta atención a las siguientes claves.

Anatomía del plato saludable

Antes de nada, ¿cómo debe ser un menú saludable? ¿Qué elementos debemos evitar, y qué ingredientes debe contener sí o sí? A grandes rasgos, podemos decir que una comida saludable es aquella que, por su aporte nutricional, contribuye a mantener nuestra salud en óptimas condiciones. Para ello, buscaremos ingredientes sanos, variados, libres de químicos y, a poder ser, evitaremos los llamados “ultraprocesados”. ¿Qué debería contener nuestro plato de comida saludable?

Frutas y verduras

Las frutas y las verduras deben ser la base de nuestra dieta. Es por ello que son los alimentos que deben protagonizar todos nuestros platos, ocupando alrededor de la mitad del mismo. Además, cuanta más variedad de ingredientes incluya, mayor variedad de nutrientes. ¡Atrévete a llenar de color tu comida!

La importancia de los cereales

La pasta, el pan o el arroz… los cereales son otro de los componentes indispensables de cualquier plato saludable. Son una parte fundamental de nuestra dieta y, por ello, deben estar presentes en nuestro plato, ocupando alrededor de un cuarto. Además, para una opción más saludable, puedes consumirlos en su versión integral, ya que proporcionan mucha más fibra y nutrientes a nuestro organismo.

Proteínas

El último cuarto de nuestro plato estará compuesto por proteínas saludables. Y quizás te preguntarás, ¿qué son las proteínas saludables? Son aquellas que reducen, en la medida de lo posible las grasas saturadas y procesadas (presentes en carnes rojas, embutidos, etcétera) siendo mejores opciones los pescados, las aves o proteínas vegetales, como la soja, los guisantes o la quinoa –entre otros-.

Agua

Además, como ya sabes, es importante beber suficiente cantidad de líquido al día (alrededor de dos litros de agua). En este sentido, nuestros menús pueden ayudarnos a cumplir con esta cantidad (incluyendo platos como las sopas, los caldos o las cremas, por ejemplo, que ayudan a mantener la correcta hidratación de nuestro organismo).

Grasas vegetales

Para cocinar o condimentar tus platos, escoge siempre aceites vegetales, como el aceite de oliva virgen extra. Evita, en la medida de lo posible, los aceites parcialmente hidrogenados, que contienen grasas poco saludables.

Alimentación saludable y estilo de vida

 Es importante señalar que un plato saludable no tiene que contener, necesariamente, todos los tipos de nutrientes por separado. Puedes componer platos que mezclen todos ellos, como, por ejemplo, un plato de legumbres o una rica pasta integral con verduras y carne. Por último, no olvides que la alimentación saludable solo es una pieza de ese gran puzle que compone un estilo de vida sano. Otras piezas fundamentales son el ejercicio físico regular, dormir suficientes horas al día y evitar tóxicos, como el tabaco o el alcohol.

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