¿Lees la etiqueta de los alimentos antes de echarlos al carrito? Si tu respuesta es “a veces” o “depende del producto”, estás en la mayoría. Según el I Estudio sobre el Uso y la Interpretación del Etiquetado de Alimentos, impulsado por Gallo junto a la Fundación Española de la Nutrición (FEN), 7 de cada 10 españoles no consultan el etiquetado de forma habitual.Y sin embargo… El 75% reconoce que esa información influye directamente en su decisión de compra.
¿Por qué no leemos las etiquetas de los alimentos?
El estudio revela los principales motivos:
- Información poco relevante (34,8 %).
- Letra demasiado pequeña (33,3 %).
- Falta de tiempo (23,6 %).
- Dificultad o desconfianza en los términos (26,1 % entre ambas).
Además, los grupos que menos consultan el etiquetado son los jóvenes, las personas mayores con menor poder adquisitivo y los estudiantes.
¿Qué nos interesa realmente al mirar una etiqueta?
A pesar de las barreras, el consumidor tiene claro qué quiere saber:
- Fecha de caducidad o consumo preferente (68,9 %).
- Ingredientes (64,6 %).
- Información nutricional (62,3 %).
Pero hay una gran brecha de conocimiento:
Un 46,7 % no sabe que los ingredientes se listan de mayor a menor cantidad. Y un 44 % desconoce que los caldos de pollo del mercado pueden contener tan solo un 2 % de carne.
El caldo de pollo: un ejemplo de honestidad (y sabor)
La etiqueta puede cambiar completamente la percepción del producto. En el caso de los caldos:
- Más de la mitad de las opciones disponibles del mercado contienen menos del 2 % de pollo.
- El Caldo de Pollo Gallo contiene un 33 % de carne, parte de la cual se asa para conseguir más sabor, y no incluye aromas artificiales. No solo cumplimos la normativa: la superamos con honestidad y sabor real.
El gran reto: claridad y educación nutricional
- Ocho de cada diez personas opinan que la información en las etiquetas no es clara.
- Solo un 6,6 % asegura comprenderlas completamente.
- Un 45,3 % las considera confusas por el uso de tecnicismos.
- Y un 3,8 % las considera directamente incomprensibles.
Este escenario genera desconfianza y dificulta la elección de productos verdaderamente saludables.
La propuesta de Gallo: empoderar al consumidor en su decisión de compra
En Pastas Gallo creemos que un consumidor bien informado, es un consumidor que come mejor. Por eso apostamos por:
- Etiquetas transparentes, veraces y accesibles.
- Ingredientes frescos y reales.
- Declaración clara del porcentaje de cada ingrediente.
- Sin eufemismos. Solo información clara y honesta,
La etiqueta de los alimentos importa, y mucho
Este estudio busca ser una herramienta para mejorar la educación nutricional y empoderar al consumidor. Porque solo con etiquetas claras se puede elegir bien. Más del 90 % de los españoles se preocupa por su alimentación, pero solo un tercio consulta siempre las etiquetas, lo que indica que hay una tarea pendiente. Y desde Gallo queremos liderar ese cambio.